A una urna griega

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Derribando pantallas

Uno de los accesorios más comunes en los juegos de rol es la pantalla de juego. La pantalla suele ser un cartón dividido en varias partes (tres o cuatro es lo habitual) con una ilustración o ilustraciones en un lado y en el otro una serie de tablas y resúmenes de reglas.

Es uno de los peores accesorios que puede tener un juego de rol y que puede haber en una mesa de juego.

Cuando compras una pantalla de juego suele venir con un libreto. En él aparecen aventuras, nuevas ideas o reglas o quizá la errata del manual de reglas. En otras ocasiones no hay tal libreto. ¿Y para qué se usa esta pantalla? Es obvio que para ocultar, para que alguien no vea cosas. Detrás de una pantalla de juego hay multitud de cosas que, si alguien las ve, toda la diversión del juego se esfuma. Desparece. O eso dicen.

De acuerdo. Ocultamos cosas y si no están escondidas detrás de la pantalla arruinamos la diversión. Los juegos de rol son para divertirse, ¿verdad? Entonces viene la siguiente pregunta: ¿por qué ocultamos cosas? Oh, se podría responder "para no arruinar la diversión", pero no es la respuesta. Eso responde el fin, no la razón. La razón es que ocultamos cosas porque todo el juego trata de sorprender a los jugadores. Y si los jugadores conocen que hay detrás de la pantalla, entonces ya no hay sopresa. Ya no hay diversión.

La pantalla es la que convierte a su dueño, el DJ, en el mago que va mostrando palomas de su chistera a su público, los jugadores. Éstos dicen muchos "oh, ah" y dependiendo de cómo de bueno sea el truco así se divertirán. Todo fantástico, pero eso es lo que haces leyendo un libro o viendo una película.

La pantalla es un elemento muy útil en este tipo de juegos. El juego, propiedad del DJ, necesita unos protagonistas, propiedad de los jugadores. Unos y otros dan algo a cambio para conseguir que la sesión sea satisfactoria. Si alguien intenta entrar en el terreno el otro, entonces las cosas comienzan a ir mal. Y la pantalla sirve para separar eso: la muralla que no puedes pasar. El DJ, detrás, está fuertemente protegido. ¿Necesitas cambiar esa tirada? No hay problemas ¿Esa regla acaba de estropear el combate? Desaparece ¿Los jugadores han hecho algo que no tenías previsto? Cambio esto y solucionado.

Te propongo un cambio. Olvídate de la pantalla.

Deja que los papeles de jugador y DJ se entremezclen: si eres DJ, déjate sorprenderte por tus jugadores; si eres jugador, sorprende a los demás. Utiliza las herramientas que antes sólo poseía una parte. Ahora la aventura no es obra del DJ y sus protagonistas son los jugadores: los jugadores crean parte de la obra, junto con el DJ. Ólvidate de las notas, de tus hojas y tus tramas. Ólvidate también de la improvisación única: no es necesario que como DJ tengas que inventarte todo, haz que tus jugadores lo hagan por ti. No le cuentes qué cosas ven sino déjales que ellos lo hagan.

En definitiva, pierde algo de poder y dárselo a tus jugadores. Derriba la pantalla y haz que la diversión sea un producto de todas las partes.

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